El pasado 12 de septiembre se alcanzaron de nuevo, datos históricos en el precio de la electricidad en España, llegando a los 75,39 euros el MWh de media diaria. Esta situación, tras cinco meses consecutivos de subidas, nos sitúa en un escenario preocupante para empresas y consumidores. Hasta cuándo seguirá subiendo el precio y de qué depende esa tendencia alcista son dos cuestiones que tratamos de analizar en este post.
Factores que influyen en el precio de la electricidad
Teniendo en cuenta cómo está organizado el mercado eléctrico español, los factores que explican este aumento del precio de la electricidad son diversos:
– Mayor demanda de la electricidad por el uso de los aires acondicionados;
– Menor incidencia en el precio del mercado de las tecnologías renovables (especialmente por tener menos recurso eólico y aún poca potencia instalada de tecnología solar);
– Mayor incidencia en el precio de las tecnologías asociadas al gas y carbón (las más caras);
– Precio creciente de los combustibles fósiles (más caro que las renovables);
– Parada de las nucleares en Francia por la ola de calor.
Puedes ver, concretamente, la influencia de la energía nuclear y térmica en este post: “Nucleares, térmicas y precios desorbitados de la electricidad“.
Esta concurrencia de factores puede ser circunstancial y, es probable que esta situación varíe si mejoran las condiciones climáticas. Sin embargo, es preocupante el precio de la electricidad en el mercado a futuros, que está al alza, situándose para todo el año próximo en los 61 €/MWh.
El precio del CO2 también afecta al precio de la electricidad
Un factor que también empieza a influir bastante en el precio de la electricidad, además de las circunstancias del mercado de la energía, es el precio de los derechos de emisión de CO2.
El precio por tonelada de CO2 se situó por encima de los 21 € el pasado mes de agosto, cuando en 2017 estaba en los 6,08 €. Explica esta subida la reforma acordada en 2017 por la Unión
Europea, cuyo objetivo es reducir los derechos de emisión que hay en el mercado para 2019 y presionar a las grandes fábricas y eléctricas para que dejen de emitir gases de efecto invernadero. Centrales de gas, petróleo y carbón deben comprar derechos de emisión para poder operar. Todo indica que producir a partir de combustibles fósiles saldrá caro en el futuro.