Los centros comerciales, grandes consumidores de energía, ofrecen un alto potencial de ahorro energético y en factura eléctrica. Para garantizar el confort de los clientes, estas instalaciones consumen más energía en los meses de más calor, ya que al capítulo de iluminación se suma en gran medida el de refrigeración. En los meses de verano de más calor, la factura eléctrica de un centro comercial aumenta, como promedio, en un 22%.
La energía juega un papel fundamental a la hora de suministrar los servicios y la calidad que un área comercial ofrece a sus clientes. Su amplio horario de apertura, su alta rotación de clientela y la necesidad de ofrecer un entorno confortable y visualmente amigable para el consumidor, implican una demanda energética importante en términos de climatización, iluminación, funcionamiento de ascensores y escaleras mecánicas, entre otros usos.
Los datos de un análisis comparativo de los datos relativos al consumo eléctrico extraídos de las más de doce auditorías que la empresa Creara ha realizado para centros comerciales de España y Portugal permiten situar el ahorro potencial de consumo energético anual de un centro comercial entre un 20 y un 35%.
Estos ahorros energéticos son viables siempre y cuando se lleven a cabo las medidas de eficiencia energética detectadas y recomendadas a través de las auditorías energéticas.
En los análisis de auditoría energética realizados a centros comerciales, los mayores ahorros se encuentran en la climatización, con un gran impacto en la refrigeración durante los meses de verano.
La iluminación, sobre todo la generada por luminarias incandescentes, genera calor y contribuye a elevar la temperatura de un local, lo que implica una mayor exigencia de refrigeración y, por tanto, mayores costes que además, en el caso de los centros comerciales, se prorratea a los locales.
Otro parámetro relevante a la hora de implantar un plan de gestión de la energía en un centro comercial es la optimización de la compra de electricidad. Desde el departamento de Aprovisionamiento y Telemedida de Creara se plantea como solución de ahorro el seguimiento y control de consumo energético de los centros comerciales, que permite detectar consumos anómalos, corregir los desvíos y, teniendo todos estos datos, minimizar los costes energéticos mediante la negociación de precios con las compañías comercializadoras.
Pese a que el potencial de ahorro en centros comerciales es alto, no son tantos los establecimientos en España que cuentan con datos suficientes sobre su consumo energético o que hayan puesto en marcha un plan de eficiencia energética en sus instalaciones.
fotografía: HausOf_Diegoo