Todas las empresas no PYMES están obligadas a realizar una auditoría energética en el plazo de nueve meses a contar desde el 14 de febrero, día en que entró en vigor el Real Decreto 56/2016 que transpone al ordenamiento jurídico español la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética.
Otra posibilidad que tienen las grandes empresas para cumplir con esta obligación es implantar un Sistema de Gestión ISO 50001 o ambiental que incluya una auditoría energética de acuerdo a los requisitos que la Directiva establece en su anexo VI.
Para ayudar a las empresas a tomar la decisión que mejor se adapte a su realidad y circunstancias, conviene analizar a fondo cuáles son las diferencias entre un Sistema de Gestión de la Energía y una Auditoría Energética.
>> Auditoría energética
La auditoría energética es un estudio en profundidad que tiene como objetivo determinar oportunidades de ahorro y eficiencia energética en una instalación y elaborar un plan de acción de viabilidad técnico-económica para realizarlas.
A partir de un análisis pormenorizado de los consumos energéticos de la instalación, que implica realizar una labor de recogida de información, análisis y clasificación de la misma, se determinan qué acciones se deben acometer para reducir el consumo y los costes energéticos, en base a criterios de rentabilidad económica.
>> Sistema de gestión energética
Un sistema de gestión energética, por otro lado, es un conjunto de elementos relacionados entre si, o en interacción, pertenecientes a un plan de acción de la organización, con el compromiso de la Dirección, que establece un objetivo de eficiencia energética y una estrategia para alcanzarla.
Los SGE son fácilmente integrables con otros sistemas de gestión (calidad, medio ambiente, etc.) y permiten trabajar, en el marco de la mejora continua, para ahorrar energía y ser más eficientes, reduciendo, en consecuencia, los costes asociados y las emisiones de gases de efecto invernadero.
La norma UNE-EN ISO 50001 establece los requisitos básicos que deben tener los sistemas de gestión energética que quieren optar a esta certificación.
Principales diferencias
Un sistema de gestión energética es un salto de calidad con respecto a una auditoría energética, pero para la implantación de un SGE es necesario definir la política energética, realizar una auditoría energética previa (fase de revisión energética), sistematizar las normas de actuación dentro de la organización, implantarlas e impartir formación al personal.
En este sentido, una diferencia clara entre ambos procedimientos lo encontramos en el personal de la organización implicado. Mientras que en la auditoría se reduce al personal técnico principalmente, en un SGE toda la organización está implicada en su implantación.
Otra de las diferencias importantes es el tiempo requerido para su ejecución, siendo de unas semanas para la realización de una auditoría energética, dependiendo de la complejidad de la misma, a diferencia con lo requerido para la implantación de un sistema, que será de al menos de unos 4 meses.
Dependiendo del tipo de organización también puede ser más interesante un tipo u otro de actuación. Por ejemplo, para organizaciones multisite, un Sistema de Gestión de la Energía puede facilitar el seguimiento y control de los consumos y servir para la mejora del comportamiento energético de las instalaciones.
Además, el Sistema de Gestión de la Energía permite implantar mejoras de comportamiento energético basadas en la gestión, no necesarias de presupuesto, mientras que si la empresa cuenta con un presupuesto para implantar mejoras que requieran inversión es conveniente comenzar con la realización de una auditoría energética.