La industria solar en Chile se encuentra en un boom sin necesidad de subsidios, con una potencia fotovoltaica instalada acumulada de más de 2,04 GW, aunque eso está lejos del enorme potencial de desarrollo que puede alcanzar el país.
Potencial en energía fotovoltaica
Chile dispone de enormes recursos naturales que representan oportunidades comerciales que se deberían aprovechar para el desarrollo de la energía fotovoltaica:
- Recurso solar: El desierto de Atacama tiene los sectores con mayor radiación solar del planeta y, por tanto, Chile dispone de “uno de los mejores recursos solares en el mundo” según Ramez Naam, codirector de energía de Singularity University.
- Recurso de litio: Es el mayor exportador de litio a nivel mundial.
Por otro lado, Chile cuenta con la electricidad más barata del mundo, lo cual podría ser utilizado para atraer a empresas manufactureras y producir sus propias baterías eléctricas para la acumulación de energía.
Oportunidades y retos de la generación distribuida
La generación distribuida en Chile, que a día de hoy tan solo alcanza el 2%, es una oportunidad para aumentar la seguridad energética y la generación eléctrica a partir de las energías renovables no convencionales (ERNC). Sin embargo, también suponen un reto técnico, económico y social para el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), que tiene que encontrar la solución para acomodar e integrar un creciente flujo de energía proveniente de las ERNC en la red eléctrica donde confluyen todos los elementos del sistema, desde las grandes centrales de generación así como las fuentes de generación distribuida y los consumidores.
Las ventajas que aportan las fuentes de generación distribuida a la red
- Permite suavizar los picos de demanda.
- Fuente de ingresos para la CEN.
- Podrían permitir a los servicios públicos aplazar, sumando subestaciones u otras mejoras y extendiendo el calendario de mantenimiento.
- En los casos de cortes eléctricos, como el ocurrido en la nevazón de 2017, los tiempos de recuperación de servicio se reducen y se tiene una mejor capacidad de anticipación al evento.
Por ello, una integración estratégica de las redes y una buena planificación de las plantas de generación es necesaria para cumplir con la demanda eléctrica de todas las regiones. Las microrredes existentes y por crecer en el país, apoyado por un esquema de coordinación y control nacional, y la nueva Ley de Distribución-aún en discusión-, permitirán hacer posible esa integración.