Ayer el Parlamento Europeo aprobó la revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (Energy Performance Buildings Directive – EPBD), un pilar fundamental del Pacto Verde Europeo cuyo objetivo es reducir las emisiones de GEI y el consumo de energía del parque de edificios de la UE de aquí a 2030, y hacerlo climáticamente neutro a partir de 2050.
Entre otras cuestiones, esta directiva europea establece unos estándares mínimos de rendimiento energético para el sector no residencial (oficinas, escuelas, hospitales, etc.):
- Al menos el 16% de los edificios no residenciales de la Unión Europea menos eficientes en su consumo energético tendrán que renovarse para 2030, un porcentaje que se elevará hasta el 26% para 2033.
- Los estados miembros deberán equipar progresivamente los tejados de los edificios no residenciales con instalaciones solares entre 2026 y 2030.
- Se pretende eliminar las calderas de combustibles fósiles para 2040. Para 2025 se suprimirán los subsidios para calderas independientes. Los gobiernos nacionales ofrecerán incentivos para fomentar el cambio de sistemas de calefacción y refrigeración alimentados con combustibles fósiles a energías renovables, lo que implica también una transición hacia sistemas más sostenibles, como las redes urbanas de calefacción y refrigeración.
- A partir de 2028 todos los edificios ocupados por las administraciones públicas, o que sean de su propiedad, deberán construirse según el estándar de construcción de cero emisiones (ZEB) y consumir muy poca energía apostando, por ejemplo, por la instalación de paneles solares en los tejados.
- Se fomentarán las infraestructuras de movilidad sostenible, incluyendo puntos de recarga para vehículos eléctricos en edificios no residenciales de nueva construcción.
Estos estándares serán establecidos por los Estados miembros y deberán considerar los edificios que superen un umbral establecido de consumo máximo de energía, según el texto final acordado.
Tras la luz verde del Parlamento, el Consejo adoptará formalmente la EPBD revisada. Ésta empezará a aplicarse después de que los países de la UE presenten sus planes nacionales de renovación en 2026. En España, la trasposición se realizará a través de la revisión del Código Técnico de la Edificación, entre otras normativas de referencia para el sector de la edificación.
Teniendo en cuenta que un 85% de los edificios no residenciales en Europa se construyeron antes de 2001 y que casi tres de cada cuatro de ellos son energéticamente ineficientes, se espera que esta directiva anime las inversiones públicas y privadas destinadas a la renovación energética de edificios y que actúe como un catalizador para aumentar el despliegue de la energía solar fotovoltaica en los tejados europeos.
Consultar la Directiva Europea de eficiencia energética aprobada.