En su planta trituradora de tomate de Montijo, Badajoz, la empresa instaló un nuevo equipo que permite la recuperación de calor en el procesado de tomates naturales para evitar el uso de vapor.
Los ahorros energéticos del proyecto estaban basados en la reducción de la demanda de energía al incorporar al tradicional choque térmico de vapor un sistema más moderno, en el que, por una parte, se emplea el calor residual del choque térmico para precalentar el flujo entrante de tomate fresco, a la vez que se añaden tecnologías de recompresión de vapor para optimizar los recursos energéticos necesarios para el proceso.
El proceso de mejora consistió en instalar un nuevo equipo que proporcionará un salto térmico (METIS) entre la selección de tomate fresco y el inactivador enzimático. Este salto térmico se encarga de subir la temperatura del producto de 25ºC (temperatura aproximada con la que entra el tomate a fábrica) a 60ºC, empleando el calor sobrante del proceso de preconcentración.
Este paso proporcionó una disminución de trabajo al inactivador y, por lo tanto, un mayor ahorro de energía y una mayor producción al ser un proceso más constante. Además, se instaló un preconcentrador (LOKI) entre el inactivador enzimático y el evaporador. Su función es preconcentrar el tomate hasta aproximadamente 8,5ºBrix y, de esta manera, liberar trabajo y energía del evaporador empleando además el LOKI la recompresión de vapores. Estas mejoras, provocan que se reduzca en gran medida el consumo de vapor, y por lo tanto, el consumo de gas natural.