Macrovolatilidad podría ser el calificativo más usado en los últimos años en cuanto a los precios de electricidad se refiere. Si bien es cierto que comparando 2024 frente a 2023 tanto en el mercado spot como a largo plazo, los resultados son positivos -es decir, los precios han disminuido significativamente-, la incertidumbre sigue siendo la tónica general que marca este sector.
A principios de año los precios en los mercados de futuro a corto/medio plazo se veían contenidos, cotizando en torno a los 50€/MWh tal y como estábamos acostumbrados en periodos de “normalidad” o pre crisis, sin embargo durante el tercer trimestre del año hemos vivido grandes subidas por encima de los 80€/MWh que se van corrigiendo en el mes de septiembre.
De la misma forma, el precio del mercado spot bajaba hasta tocar en abril la media mensual histórica más baja registrada de los últimos 10 años (13.67€/MWh), para volver a subir hasta a los 91.05 €/MWh en agosto y estabilizarse estos últimos meses en el entorno de 77 €/MWh.
La gran pregunta durante los últimos meses ha sido ¿es buen momento para cerrar una cobertura?
La guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto la dependencia en nuestro mercado eléctrico de según qué materias primas y, después de más de 20 años funcionando “sin complicaciones”, ha tenido que enfrentarse a precios nunca vistos y a ser objeto de revisión y evaluación.
Parece que la actualidad regulatoria tanto en el REGLAMENTO (UE) 2024/1747 DEL PARLAMENTO EUROPEO como en el proyecto de REAL DECRETO POR EL QUE SE APRUEBA EL REGLAMENTO GENERAL DE SUMINISTRO Y CONTRATACIÓN aboga por mecanismos y herramientas que limiten los riesgos de fluctuación de precios de electricidad.
A pesar de que está demostrado que, en el largo plazo, el contrato con precio indexado ha resultado económicamente más ventajoso que el contrato a precio fijo, la volatilidad de precios vivida últimamente hace que el riesgo asumido sea quizá demasiado grande y los productos futuros sean el aliado perfecto para mantener un presupuesto objetivo sin aceptar primas sobredimensionadas de comercializadoras y manteniendo el riesgo controlado.
En este sentido y apoyando la necesidad de trabajar con presupuestos conocidos, desde CREARA trabajamos con un método que establece una estrategia de coberturas en la que los precios objetivos se definen con anterioridad y los riesgos asumidos se minimizan. La estrategia se basa en métodos estadísticos que arrojan valores en riesgo máximos permitidos, así como probabilidades de alcanzar precios objetivos marcados para cada producto de cotización. Todo ello, unido a un seguimiento continuo.
Explicaremos este método en el webinar del próximo 8 de octubre. Puedes solicitar tu plaza AQUÍ.