Las grandes empresas industriales y comerciales con altos consumos energéticos (ya estén formalmente clasificadas como electrointensivas o no) están soportando en estos últimos meses un incremento muy relevante de sus costes de energía que no siempre pueden trasladar a sus clientes. Los altos precios eléctricos están impactando directamente en sus niveles de rentabilidad.
Hablamos de plantas industriales, empresas de distribución alimentaria, empresas logísticas de frío , cadenas hoteleras,… todas ellas con un denominador común: la energía es clave e intensiva en su proceso productivo.
Muchas de estas empresas ya han acometido inversiones de eficiencia energética con plazos interesantes de amortización, pero al mismo tiempo van incorporando nuevas soluciones que incrementan su consumo eléctrico (ej: robotización de procesos, más tecnología audiovisual, sistemas de recarga de vehículos eléctricos…). Por tanto, no es realista pensar que por el lado de reducir la demanda vaya a reducirse el gasto energético en estas empresas.
Si embargo, sí es muy viable reducir el gasto energético a través de la generación de energía eléctrica renovable in situ, mediante instalaciones fotovoltaicas dedicadas al autoconsumo.
Una instalación fotovoltaica ubicada sobre una cubierta industrial, un techo comercial o las marquesinas de un aparcamiento permite controlar el gasto energético con una fórmula muy sencilla: cubrir una parte de la demanda autoproduciendo energía barata:
- La electricidad producida cubre un porcentaje de la demanda de dicha empresa (en ocasiones se pueden alcanzar porcentajes cercanos al 40% de la demanda), con lo que reduce el volumen de electricidad a adquirir de la red
- El coste de la electricidad generada con una instalación de autoconsumocon con fotovoltaica, teniendo en cuenta los más de 25 años de vida útil de dichas instalaciones, e incluyendo los gastos de operación y mantenimiento está por debajo de los 30 €/MWh; además, no hay que pagar peajes, cargos o impuestos específicos asociados a la electricidad de red
En España contamos con un marco regulatorio favorable para el autoconsumo, que permite valorizar incluso los excedentes que se produzcan cuando la demanda de una empresa es inferior a la producción de la planta fotovoltaica; ahora se dispone de ayudas públicas para subvencionar su coste; y además, estamos hablando de una tecnología madura, testada durante las dos últimas décadas gracias a grandes plantas de producción de energía solar, y fácil de mantener.
Quizá el último escollo para muchas empresas es afrontar la financiación de este tipo de proyectos, que pueden requerir altas inversiones. Para facilitar su implantación, se han desarrollado dos modelos contractuales que permiten acompasar los gastos de una instalación fotovoltaica para autoconsumo con los ahorros que se generan en la factura eléctrica:
- Contratos de arrendamiento operativo
- Contratos de venta de energía fotovoltaica (o contratos PPA)
Ambos modelos están permitiendo a grandes empresas beneficiarse de las ventajas del autoconsumo con fotovoltaica sin acometer grandes inversiones iniciales. Analizaremos cómo pueden las empresas beneficiarse de estas dos modalidades de financiación en el webinar sobre autoconsumo dirigido a técnicos y responsables de la gestión energética en empresas que celebraremos el próximo 5 de MAYO a las 12 horas. SOLICITA AQUÍ TU PLAZA.