En una instalación solar fotovoltaica el equipo de mayor peso, tanto en dimensiones como en precio son los paneles o módulos fotovoltaicos. Según especifican los fabricantes, estos equipos tienen dos tipos de garantías.
Una es la que da el propio equipo, es decir, la garantía del producto y otra la garantía del rendimiento.
Garantía del producto
Esta garantía dependerá de la calidad del material y procesamiento de los módulos. En este caso el fabricante garantiza al cliente final la ausencia de fallos en el equipo. Habitualmente esta garantía suele darse por un periodo de 10 años desde la fecha de envío. Esta garantía es ampliable si así se desea y se contrata por parte del cliente final.
Garantía de rendimiento
Todo panel sufre una degradación a lo largo de su vida útil que se traduce en pérdidas de rendimiento. En este sentido, el fabricante suele garantizar que los módulos proporcionarán un rendimiento mínimo especificado en la ficha de descripción del producto durante un periodo determinado, normalmente de un 90% durante un periodo de 10 años y un 80% durante 25 años.
Claves en la instalación solar fotovoltaica
A la hora de realizar una instalación de energía solar fotovoltaica, debemos tener en cuenta distintos factores:
Durante la vida útil de la instalación, el rendimiento de los paneles fotovoltaicos se irá depreciando un 10-20% sobre el rendimiento inicial, según muestra la curva de degradación lineal que deberá estar indicada en las características del panel fotovoltaico.
Para comprobar que mi instalación responde a esta curva es recomendable medir en un primer momento la producción en unas condiciones definidas para poder compararla con la producción en años sucesivos, obtenida bajo las mismas condiciones.
– La empresa fabricante debe estar bien posicionada para que durante los 10 años que dura la garantía, siga haciéndose cargo de la cobertura de la garantía.
– En instalaciones grandes de paneles conectados en serie suele ser conveniente adquirir algún panel extra para su reemplazo en caso de avería. Si no se tienen y se avería uno de los paneles pasados unos años, puede ser complicado encontrar exactamente el mismo panel. Se deberá buscar uno con características lo más similares posibles para evitar excesivos cambios o pérdidas de rendimiento en la instalación.
– La empresa instaladora suele ofrecer una garantía de la instalación de un año, durante el cual todas las revisiones y visitas necesarias quedarían cubiertas. Pero es posible, además, contratar un seguro de garantía mayor que se haga cargo de su mantenimiento y montaje/desmontaje en caso que fuera necesario.
Si, además de todas esas garantías, queremos estar más seguros de poder seguir sacando rentabilidad a la instalación, se pueden contratar seguros adicionales que incluyen el total de la instalación fotovoltaica, con distinto tipo de coberturas:
Durante el montaje
– Coberturas básicas de bienes en construcción: incendio, explosión, robo, impacto de vehículos, condiciones meteorológicas adversas, errores de diseño, defectos en los materiales o consecuencias de mano de obra defectuosa.
– Coberturas opcionales de pérdidas de beneficios esperada y de mantenimiento de las instalaciones.
Daños materiales durante la instalación
– Coberturas básicas de: incendio, explosión, robo, condiciones meteorológicas adversas, daños eléctricos o avería de equipos electrónicos.
– Coberturas opcionales de rotura de maquinaria, como pueden ser los seguidores solares; lucro cesante como consecuencia de incendio, explosión o caída de rayo; lucro cesante por robo y expoliación; lucro cesante por daño eléctrico o rotura de maquinaria.
– Cobertura opcional de daños y perjuicios a terceros: responsabilidad civil de la explotación, patronal o del producto.
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